Viernes 31 de Julio de 2015, 00:30

El reclamo de los arroceros llegó la Casa Gris

| En el cuarto día de acampe, los productores apostados en la explanada de la Casa de Gobierno visibilizaron este jueves la crisis del sector arrocero, que padece la baja de los precios internacionales y las dificultades de la exportación, pero además, el incremento de los costos, la presión fiscal y el retraso cambiario. Reclaman precios y financiamiento.

A la larga lista de economías regionales que se encuentran en crisis, se suma también la del arroz, cuyos productores se experimentan serias dificultades para seguir adelante en Entre Ríos. El acampe de los agropecuarios, que ya va por el cuarto día, sumó este jueves a los arroceros, que se acercaron desde diversos puntos de la provincia para visibilizar la situación que atraviesan. El ulular de una sirena fue el preludio para recibir a los productores paceños, que llegaron temprano para sumarse al gazebo, a pesar del tiempo amenazante. “Un aplauso para la gente de La Paz, que está llegando”, pidió el coordinador técnico del Tercer Distrito de FAA, Alfredo Bel, presente en cada momento de la protesta. El escenario de ayer cambió, ya que los terneros fueron reemplazados por bandejas con arroz blanco y paquetes de medio kilo para repartir entre los que pasaban por la zona. “Estamos mostrando la crisis, tras peregrinar por varios lugares. La situación es angustiante, muy desesperante porque no hay comercialización de arroz por el derrumbe de los precios, debido a que los países limítrofes siguen devaluando y cada vez somos menos competitivos. A esto hay que sumar el brutal incremento en los costos, tanto en pesos como en dólares, lo que hace que la actividad tenga cero rentabilidad”, dijo el ingeniero Agrónomo. Villón explicó que la caída de los precios internacionales de los commodities también impactó en este sector por lo que quienes exportan tienen problemas para colocar su producción. “El kilo de arroz se paga al productor 1,70 pesos, pero el debería estar en 2,70 o 2,80 pesos. Estamos entre un 40 o 50 por ciento por debajo de lo que se debería ser, padeciendo además un alza brutal de los costos”. El ingeniero precisó que en Entre Ríos hay cerca de 70 mil hectáreas sembradas con arroz y aclaró que aunque la cosecha -desde el punto de vista agronómico- fue excelente por los rendimientos y el buen trabajo artesanal que realizan los productores, “la crisis azota por porque no hay comercialización por el derrumbe de los precios y los altos costos. Existe un halo social muy complicado porque la mano de obra calificada está a punto de quedar en la calle y la cadena que se genera desde el arroz en los pueblos del interior como San Salvador, Villa Elisa, Villaguay o Concordia, con industrias instaladas para la elaboración del arroz primario, está con capacidades sin uso”. Para entender la situación actual hay que remontarse al pasado, cuando se produjo un quiebre por el aumento en el precio de los combustibles. “El arroz crece con agua que se saca de perforaciones de pozos. Para extraer el agua se utilizaba energía a base de motores alimentados con gasoil, pero cuando se dio el incremento en el precio de 3 pesos a lo que vale ahora, muchos lotes dejaron de ser competitivos”. En rigor, con esa situación, el arroz dejó de ser rentable para muchos productores que no pudieron reconvertirse a electrificación rural. “Esos campos fueron a soja, que entonces era rentable. En números, desaparecieron entre 14 y 20 mil hectáreas de arroz, ya que aunque no desapareció el productor, tuvo que diversificar. Sin embargo, año a año los más chicos van quedando en la calle, y hemos perdido entre el 25 o 30 por ciento de ellos. Si la lectura se hace desde el área sembrada, la producción se mantiene a costa de una gran concentración de algunas empresas oligopólicas que van creciendo de manera importante y que aglutinan a muchos agropecuarios que se van fundiendo y que pasan a ser contratistas”. Fuente: AIM.