Sábado 12 de Abril de 2014, 15:02

Dictaron el procesamiento de Jaime por enriquecimiento ilícito

| El ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime se convirtió este viernes en el primer funcionario kirchnerista en ser procesado por enriquecimiento ilícito.

Después de investigarlo durante seis años, la Justicia determinó que no pudo justificar bienes por 12,5 millones de pesos, entre los que se cuentan un lujoso jet privado, una veintena de autos, un hotel, departamentos en Brasil y en el barrio porteño de Retiro, casas en countries y hasta medios de comunicación de Córdoba. Para la Justicia, Jaime se valió de su ex mujer, de los hijos de ella, de su hermano, de sus ex consuegros, de su jefe de asesores, de empresarios ligados al transporte y de indigentes como testaferros. Todos ellos quedaron procesados y embargados hasta la suma de 40 millones de pesos. Jaime, que estuvo en su cargo desde 2003 hasta 2009, es el ex funcionario kirchnerista más complicado en la Justicia, ya que además de este caso, ya fue condenado por intentar ocultar pruebas de esta investigación. También espera tres juicios orales por dádivas, ya que habría aceptado que empresarios a los que debía controlar le pagaran viajes en aviones privados para él y su familia, que se hicieran cargo del alquiler de los departamentos en los que vivió en Buenos Aires y que para sus viajes particulares le dieran autos de alta gama destinados al uso del Estado. El procesamiento de Jaime y sus familiares fue firmado por el Juez Federal Sebastián Casanello, luego de la investigación del fiscal Carlos Rívolo y del Juez Norberto Oyarbide cuando subrogó en ese juzgado. Lo hizo con su entonces Secretario Jorge García Davini, actualmente Juez Federal subrogante en General Roca, Río Negro. El Juez entendió que faltan aún elementos para probar si un yate Altamar 64, valuado en un millón de dólares se le puede adjudicar a Jaime, por lo que dispuso dictar la falta de mérito a Raúl Viola y a Carlos Lluch, quienes figuran en poderes para disponer de la embarcación que está en Florianópolis. Lluch integró TBA y está en juicio por la tragedia de Once. El Juez Casanello sí procesó a Jaime, a su hermano Eduardo Jaime, a su ex mujer Silvia Reyss, a su jefe de asesores Manuel Vázquez, a su hijo Julián, a la criadora de perros ovejeros Nina Lozeva, al arquitecto que trabajó en Transporte Hugo Álvarez Picasso, y a Alfredo Pielach, de la empresa que maneja la terminal de ómnibus de Retiro. También procesó a Silvano Mazzucchelli y Julián Soba Rojo, sus testaferros en Córdoba; a Pedro Martínez, un humilde garajista, a Lorena y Agustina Jayo, hijas de Reyss, a sus ex consuegros Graciela Vigna y Norberto Ledantes y a Lisandro López y Raúl Glories. En cambio fueron sobreseídos las hijas de Jaime, Gimena , Romina y Julieta, y el ex marido de esta última, Sebastián Ledantes. Casanello entendió que Jaime se valió de intermediarios para adquirir el Lear Jet 31, matrícula N786YA. El funcionario empezó a usarlo luego de que fue denunciado por viajar en vuelos pagados por empresarios del transporte. Se desplazaba a su Córdoba natal con su familia y a Brasil, donde vive una hija suya y su hermano. Este Lear Jet 31 fue comprado por Pegasus Equity Investments SA por 4.083.000 dólares. Se pagaron sólo con algunas cuotas. Los apoderados eran los Vázquez. Julián se encargó de traerlo al país y pagar a los pilotos y el combustible, mientras Jaime lo usaba. Al menos seis custodios de Jaime declararon cómo lo llevaban a San Fernando a abordar la máquina. Él y su entorno hicieron 107 viajes en esa máquina, dijo el Juez. La búlgara Nina Lozeva, que tiene un criadero de perros en La Plata y el arquitecto Álvarez Picasso, aparecieron como presidentes sucesivos de Clamaran S.A., empleada para comprar un piso en. Figueroa Alcorta 3060 piso 5° "B". Las expensas las pagaba Jaime. Mazzucchelli y Soba Rojo eran los titulares de Delome SA, que, para el juez, es de Jaime. Esta empresa contrató con la pareja, el hermano y la hija de su mujer, bienes como un Toyota Corolla, un Volkswagen Passat, una casa para Reyss y es dueña del 90 por ciento de una sociedad que tenía una radio y un diario en Córdoba. Mazzucchelli, por su parte, pagó 30.000 dólares de seña por el piso de Figueroa Alcorta. A Reyss, la ex mujer de Jaime, la Justicia le enrostra haber usado dinero y las conexiones de su marido para adquirir un Peugeot 307 xs Premium triptronic 2.0 año 2005, 0 Km por 64.990 pesos, el yate Cohiba de 180.000 esos, una casa en Río Gallegos, una casa en el country Cuatro Hojas, de Mendiolaza, Córdoba, en 341.990 pesos, un Peugeot 307 por 139.000 pesos, un Honda Fit por 83.658 pesos, y un departamento en Rua Das Algas N°443, Edificio Porto Das Algas, apartamento 301, de Florianópolis, Brasil, según la información a la que accedió La Nación. "Es notorio que el explosivo aumento de su patrimonio y nivel de vida comenzó a generarse a partir de que su compañero ejerciera la función pública", dijo el juez que entendió que "la mujer usufructuaba los beneficios ilícitos asociados al espacio de poder ocupado por su pareja". Incluso se valió de Martínez para comprar un Honda Legend a su nombre. Las Jayo quedaron procesadas por comprar autos y propiedades en Córdoba, y Eduardo Jaime por adquirir vehículos. Alejandro Pielach, ex ejecutivo de la Terminal de Ómnibus de Retiro, está acusado de comprar un hotel en Villa Carlos Paz en nombre de Jaime para que lo usara su hija. Constituyó la sociedad Lago Azul con la que compró el Hotel Saint Tropez, en 400.000 pesos y un Kia Carnaval. El domicilio legal era el de los consuegros de Jaime y luego se mudó allí su hija Julieta y su entonces marido Sebastián Ledantes. El hotel lo manejaba Julieta. "El verdadero propietario de los bienes incluidos en el patrimonio era el ingeniero Jaime", escribió el juez. Los padres de Ledantes, ex consuegros de Jaime, quedaron procesados porque compraron una casa por cuenta y orden de Julieta en 250.000 pesos en Villa Carlos Paz. "El verdadero dueño, oculto detrás de quienes prestaron el nombre para la operación de compra del bien, no era otro que Ricardo Jaime, que tenía la capacidad económica real e ilícita, pero no tenía la posibilidad de figurar como verdadero dueño, debido al carácter ilegítimo del enriquecimiento", dijo Casanello.