Lunes 11 de Junio de 2018, 19:54

Campeón mirando al oeste

Fútbol | El equipo de Marcelo Ponce corrió silenciosamente de atrás y arremetió con cinco triunfos consecutivos. Un gran campeón con estilo propio.

Lo que podemos apreciar en tanto simpatizantes, periodistas, o como meros entes presentes en un estadio de fútbol, es sólo la punta de un iceberg, representada en el rendimiento de tal jornada y, específicamente, en el resultado de tal partido; pero debajo de la superficie, en lo "no visible", hay una enorme o pequeña base que sustenta eso manifiesto. No es otra cosa que el trabajo de la semana, en cada entrenamiento; el sacrificio de la Comisión Directiva para "complacer" al DT, trayendo jugadores para reforzar el equipo; el esfuerzo de los que no pueden entrenar a la par del grupo y lo hacen a "contraturno" o, lo que es lo mismo, los que asisten a practicar sabiendo o que el día laboral fue agitado o que en unas horas tendrán que volver a "poner el lomo". No es otra cosa que el trabajo de un entrenador que nunca bajó los brazos ni se enloqueció cuando los resultados no se dieron, durante las primeras fechas. Todo lo que se detalla en el párrafo anterior es lo que recordó cada protagonista del "Defe" una vez finalizado el partido con triunfo sobre San Marcial y confirmado el título de campeón. Por eso mismo, es de destacar el convencimiento que tuvo el equipo a partir de aquel empate ante Ramsar Juniors (que lo llegó a superar por siete puntos) donde si bien no ganó, el elenco del oeste se asentó como equipo. Así, a partir de ese "punto de partida", Defensores cumplió con su parte, ganó cuatro partidos al hilo siendo -en todos los casos- superior a los rivales que enfrentó y otros resultados le posibilitaron llegar a la última fecha del torneo con serias chances. Es un campeón diferente. Un equipo que sabe cuándo hay que jugar y cuándo hay que luchar. Un equipo que entendió lo que Marcelo Ponce quiso. Fuerte atrás, equilibrado en el mediocampo y dinámico arriba. Chaparro le devolvió la seguridad y la firmeza como hace tiempo no la tenía en defensa; en el mediocampo, Coto volvió a jugar bien acompañado; Toto Saya mejoró con el correr de las fechas; Sergio Colman y Maximiliano Lucero, aportaron su cuota goleadora y Julio Benítez, el "viejo", se iluminó sobre el final para asegurar el octavo título en la historia del club. Contra todos los pronósticos, Defensores explicó porqué el fútbol es y será el deporte más apasionante, convirtiéndose en el nuevo y legítimo campeón. ¡El barrio está de fiesta!