Martes 21 de Julio de 2015, 15:00

En Entre Ríos se puede denunciar "on line" los alimen

| Hace 10 días los consumidores pueden realizar sus denuncias vinculadas al estado de los alimentos y su producción a través de la página web del Instituto de Alimentación y Bromatología (ICAB) del gobierno de Entre Ríos.

Desde el ICAB sostienen que “como parte de las políticas de Estado presente nos inquieta el mejoramiento del sistema de vigilancia alimentaria, por esto creamos el nuevo mecanismo accesible en nuestra página web”. El sistema está pensado para activar una serie de acciones y comunicaciones entre la provincia y los municipios u otros organismos competentes para resolver los reclamos. El servicio “on line” permite, entre otras cosas, filtrar información “ya que las denuncias son variadísimas y tienen distinto grado de formalidad y seriedad” explicó a El Diario, el titular del ICAB, Pablo Basso. Al mismo tiempo permite priorizar los pasos a seguir (inspecciones, análisis de laboratorio, entre otras posibles medidas) dado que las acusaciones tienen diferente grado de gravedad y distintos modos de comprobación. Hasta el momento, han hecho uso de esta modalidad personas vinculadas a la bromatología. La prueba es que se trata de denuncias muy específicas relacionadas al Registro Nacional de Establecimientos (RNE), un certificado con el que deben contar las empresas elaboradoras de alimentos, y el Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA), una constancia necesaria para cada producto. Ambas habilitaciones deben figurar en el rótulo del envase. De todos modos, las denuncias se pueden realizar sobre una amplia gama de temas que van desde fechas de vencimiento, envases, conservación, elaboración, condiciones de los locales, etc. En este sentido, Basso aclaró que se toman todas las imputaciones. El funcionario recalcó que el objetivo de la vigilancia alimentaria es la prevención ya que ante las denuncias se realizan recomendaciones a los productores de los alimentos. Esto significa que no se procese a la inmediata clausura o al retiro masivo de los alimentos. “Esto, muchas veces, no se corresponde con la ansiedad de la gente pero nuestra tarea es preventiva, es decir, que la primera acción no es un castigo inmediato. De todos modos, si se detecta una conducta peligrosa para la salud se procede a la clausura” indicó el funcionario. Los consumidores tienen el ojo entrenado para algunas de las posibles falencias que pueden tener los alimentos. Sin embargo, hay algunas cuestiones que se dejan pasar por alto. Así es que Basso insistió en que se debe prestar atención al nivel de higiene de las carnicerías ya que la falta de limpieza puede permitir la presencia de bacterias que producen enfermedades como el Síndrome urémico hemolítico o la triquinosis. Para realizar las denuncias es necesario “ingresar” a la pestaña de “Vigilancia Alimentaria” de la página del ICAB (http://www.entrerios.gov.ar/icab/) y luego a “gestión de denuncias”. Allí se encontrará el formulario virtual diseñado para “mejorar y agilizar” el proceso de vigilancia alimentaria. No tiene espacios obligatorios para llenar pero toda la información requerida aporta validez a la exposición. En la ficha se deben incluir los datos del producto, la denominación de venta (es el nombre específico que indica la naturaleza y las características del alimento), marca, lote (número o codificación que identifica la partida del producto), presentación (tipo de envase y gramaje), fecha de vencimiento y otras características. Finalmente, se requiere el motivo de la denuncia y los datos del denunciante que no serán revelados. El 23 y 24 de julio, el ICAB realizará una feria de productos artesanales con el objetivo de incentivar a los pequeños productores o a los emprendedores familiares a elaborar los alimentos dentro de la normativa. Del encuentro también participarán otras entidades de control como el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA), Instituto de Tecnología Industrial (INTI) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Basso aseguró que lo que se busca es que los procesos de elaboración sean inocuos y que los alimentos se vendan bajo fiscalización. En este sentido dio cuenta de un fenómeno cultural en el que los consumidores muchas veces prefieren alimentos que no tengan los rótulos porque eso sería señal de su carácter artesanal. El profesional desmintió este prejuicio y sostuvo que una cosa no quita la otra. Fuente: APF.