Miércoles 22 de Abril de 2015, 14:54

Amigas en el dolor

| Este miércoles se reunieron en Basavilbaso las mamás de dos héroes de Malvinas. Hidilia Lacuadra de Benítez y Olga Rosalía Belasco, "unidas en el dolor", recuerdan lo ocurrido hace 33 años y sueñan con que en las islas vuelva a flamear la bandera Argentina.


Hidilia Lacuadra de Benítez, mamá del Cabo Primero Julio Omar Benítez (muerto a manos inglesas que atacaron -el 22 de mayo de 1982- el Guardacostas Río Iguazú en aguas del Atlántico Sur) recibió este miércoles a "Olguita" (Olga Rosalía Belasco -83-) mamá del Cabo Principal Jorge Alberto Semdrós (21) fallecido en el Crucero ARA General Belgrano, que el domingo 2 de mayo de 1982 fue atacado por por el submarino HMS Conqueror fuera del área de exclusión militar de 200 millas de radio establecida por el Reino Unido. A pocos días de que se cumplan 33 años de uno de los hechos más conmocionantes de la contienda contra los ingleses, en el que murieron 323 marinos, "Olguita" recordó entre lágrimas a su hijo, "una excelente persona, a quien siempre estoy esperando aunque sepa que no regresará". Las dos madres, unidas en el dolor, construyeron una relación de amistad conmovedora, ambas -tomadas de las manos- contaron sus encuentros a partir de la tragedia de perder a sus hijos. "El dolor nos unió, somos incondicionales", afirmó Hidilia. "Ojalá recuperemos las Malvinas...se que es muy difícil que esto ocurra, no obstante confío en Dios y el Papa Francisco. Sería un acto de justicia, especialmente por los que dejaron la vida...", declaró Olga Belasco. "Por lo que vi en Malvinas, hoy convertida en una fortaleza militar inglesa, es muy difícil que las entreguen...de todos modos no hay que perder las esperanzas y hay que seguir reclamando en todos los foros, porque lo que se pide es justo", exclamó Hidilia. Ambas recibieron a un cronista de RIEL FM para contar sus historias, las de sus hijos y el deseo de volver a Malvinas, a "visitar por algunas horas el Cementerio", aunque admiten que "no vemos que sea el momento más adecuado", dice Lacuadra. "Me enteré lo que le pasó a mi hijo catorce días después...todos los días llamábamos para que nos dieran noticias...hasta que un día me dieron la peor de todas", recordó Olga entre lágrimas. "El era muy amoroso, cada vez que tenía un día franco se venía a casa (en Concordia) y la última vez me dijo: "vieja cuando vuelva me caso", él quería a la Armada, y confiaba que no pasaría nada, que todo se arreglaría por vía diplomática...lamentablemente se equivocó y todo esto le costó la vida", resumió. "Él, después de comer, quedó tomando mates, mientras su compañero se fue a dormir. El quedó sentado en el mismo lugar donde entró el torpedo...", relató Belasco quien aseguró que en estos casi 33 años no encuentra consuelo, "el dolor es interminable", y además sufrió y sufre "el "machismo" con que se maneja la Armada", que hasta ahora la privó de una pensión, la que le dio al padre de su hijo, de quien está separada hace años, y que formó otra familia, "mientras yo me quedé a cargo de los chicos". "Nos unió el dolor", repitió Hidilia, pero esta vez completó la frase diciendo: "lo que no nos impide recordar a nuestros hijos cuando eran felices con lo que eligieron ser en la vida, por ellos es que es muy importante que la causa Malvinas no se olvide y algún día vuelva a flamear la bandera nacional".